Cuando a nivel europeo, la
producción de este mineral estaba monopolizada por los marqueses de Villena y
de Los Vélez (minas de Mazarrón) y el Papado (minas de Tolfa, junto a Roma),
Francisco de Vargas logró que la reina Juana le concediera en Valladolid el 1
de marzo de 1509 el privilegio de explotación de los alumbres del obispado de
Almería, dentro de los cuales sobresalían los alumbres de Rodalquilar,
verdadero objetivo de Vargas. Los alumbres de Rodalquilar comenzaron a producir
muy poco tiempo después y entraron con fuerza en el mercado europeo de ese
producto.
La fábrica estuvo
funcionando unos 11 años en esta etapa de su historia, haciéndolo con dos
calderas, con unos rendimientos importantes, en torno a los 10.000 quintales
anuales, y una población estimada en 300 trabajadores, la mayoría destajeros.
Esta riqueza no pasó desapercibida para la iglesia almeriense, cuyo obispo y
cabildo plantearon un pleito en 1516 ante la Chancillería de Granada,
reclamando que se pagase el diezmo del alumbre de Rodalquilar, estimando sus
derechos de diezmos en unos 300.000 maravedíes anuales.
La información sobre los
inicios de la extracción de alumbre en Rodalquilar la conocemos a través del
expediente oficial abierto en 1564 con la intención de recuperar para la Corona
todas las minas de alumbre que no se labrasen. En AGS, Expedientes de Hacienda
(EH), leg. 219. Las referencias que sobre Rodalquilar da Felipe Ruiz Martín
tienen como base este expediente.
Este texto ha sido extraido
de la obra de Antonio Muñoz Buendía “Los alumbres de Rodalquilar (Almería):
sueños y fracasos de una gran empresa minera del siglo XVI”. ¡¡Magnifico
trabajo de investigación!!
¡¡ Hasta la próxima !!
Balsa de riego con el castillo de los Alumbres de Rodalquilar al fondo (imagen: F. Hernández)
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