Será la política exterior
practicada por la casa de los Austrias, una de las principales causas que llevó a la industria española del alumbre (minas y fábricas) a perder paulatinamente la mayoría de sus ventajas competitivas a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI. Se podría decir que todo comenzó con una Orden promulgada por Felipe II, según la cual se prohibía la
exportación de alumbre español a las provincias flamencas rebeldes y también a
Inglaterra, debido a los problemas políticos existentes con ellas. De esta manera
desapareció una parte destacada de los clientes de las minas y fábricas españolas de alumbre.
Cuando los mineros estaban intentando asimilar el golpe de la perdida de aquellos importantes mercados para la venta del alumbre, llegó otro contratiempo. A partir del año 1575 y debido a la agónica situación de la Hacienda Real, Felipe II reclama el pago de diferentes impuestos sobre los alumbres españoles, los cuales habían estado exentos de pago hasta aquella fecha. Se debe de recordar que ya en 1498 los Reyes Católicos eximieron al alumbre de Mazarrón (Murcia), de los pagos del diezmo y de los derechos del almojarifazgo (el alumbre de Rodalquilar también gozó de esos privilegios).
En el año de 1585, la producción de alumbre en España ya se había reducido a 15.000 quintales anuales, a pesar de la reapertura de la fábrica de Rodalquilar (Almería). Esto era casi la mitad de la producción de 1562.
La última vuelta de tuerca de la Hacienda Real se produce en el año 1590. Es entonces cuando nacen los “millones”, un nuevo impuesto que se creó por idea de Felipe II y fue aprobado en las Cortes de Castilla el 4 de abril de 1590.
Recapitulando se podría decir que, debido a los sucesivos aumentos en la presión fiscal sobre el alumbre, los costes del negocio van paulatinamente elevándose y consecuentemente también lo hace el precio del alumbre fabricado en España, dejando de ser competitivo en el mercado. Por otra parte, debido a los conflictos políticos europeos, se reducen los mercados en los que poder colocar el producto, de manera que el alumbre ya elaborado comienza a acumularse en los almacenes de las fábricas ya que cada vez es más difícil encontrar compradores. Todo ello llevó a que, en la última década del siglo XVI, hubieran cerrado prácticamente todas las minas y fábricas de alumbre españolas.
Fuente: Hernández Ortiz, F. (2010). Factores en el auge y declive del alumbre español durante los siglos XV Y XVI. Revista De Re Metallica. Sociedad Española Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM), Madrid, nº 15, segunda época, pp. 35-42
¡Hasta la próxima!
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